Erase
una vez un país llamado Sinfonía, existía una amplia gama de
instrumentos de cuerda de vientos y de percusión. Cada uno creaba
sus propias melodías musicales, tímbrica.
Pero
claro, cuando se unían para tocar la música que componían no había
coordinación musical y, en algunos momentos el conjunto instrumental
resultada
disonante. Tras mucho pesar decidieron entre todos crear una gran
agrupación denominada “La Orquesta Sinfónica”, y elegir
democráticamente a un director: el violín, tiene mucha sensibilidad
musical el da ha cada grupo de instrumentos indicando con su arco
cómo había que realizar los diferentes matices de intensidad. Esta
música era tan agradable que los animales se acercaban a escuchar,
las notas de sus melodías cobraban vida en el pentagrama: las
redondas abrían sus bocas para cantar, las blancas sonreían sin
parar, las negras saltaban la corcheas se unían de dos en dos para
bailar...
Llegaron
al país instrumentos musicales con nuevas sonoridades;la flauta de
pan, el bendir, el yidaki, la balalaika, el Bombo y el clarinete no
aceptaban a estos nuevos instrumentos, pensaban que les robarían
protagonismo; otros como la flauta travesera y el arpa, mostraban
hacia
ellos
una gran sonrisa ya que veían en ellos la posibilidad de aprender
nuevas técnicas instrumentales; los nuevos instrumentos fueron
integrándose y formado parte en la interpretación del Himno
Nacional.
Con
el tiempo, la orquesta empezó a separarse en familia de
instrumentos.
Cada
familia buscaba ser mejor que las demás e independizarse del resto;
los instrumentos de percusión pretendían hacer música rítmica y
sencillas; los de vientos brillantes pero modesta; y los de cuerda
virtuosa y altanera. Esto provocó enfrentamientos y las
alteraciones se repetían muy a menudo. La trompeta desencajaba su
campana: ¡DO, RE,MIIIII...!!!!, el violonchelo levantando su arco
con tono amenazante, xilófono golpeaba las baquetas en sus
láminas:¡ DO, MI, SOL, DO, DO,DO!;el fagot soplaba su lengüeta
¡SI,LA,SIIIIIII...!!!...
El
país quedó dividido en regiones. En cierta ocasión el oboe y el
clarinete, que pertenecía a la familia de viento-madera, y viajaron
a la región de la familia de los instrumentos de percusión. Al
llegar no lograron descifrarlo que escuchaban, pues sólo tocaban
notas sueltas de acompañamientos haciendo un ruido espantoso: ¡¡
CHIM,PUM,CHIM,PUM,CHIM,CHIM,PUM...!!!!.
El
director de la orquesta, había sido cesado a causa de la ruptura se
reunió con varios de los miembros de cada familia propuso que se
organizaran en agrupaciones musicales aparecieron nuevos instrumentos
el saxofón, el sintetizador, la guitarra... y surgieron agrupaciones
muy variadas como Música de Capilla,Tunas,Agrupaciones de Carnaval,
grupos de música Pop
nombraron
un director que marcar bien el compás y ayudara a entender las
partituras. Y una vez al años las agrupaciones interpretarían un
gran Concierto.
Los
instrumentos de viento-madera ( el trombón, la tuba, la trompeta y
la trompa) eran orgullosos y seguían empeñados en tocar sólo su
música, empezaron a tocar por todos el territorio nacional ritmos
sin ninguna medida de tiempo y melodías desafinadas: ¡¡SI, RE, FAA
– DO, DOOOO...!!!!.
Los
instrumentos, indignados como protesta hicieron un largo silencio en
todo el país aquellos instrumentos que estaban empeñados en
fastidiar al resto, se cansaran de tocar ellos solos su música
resultaría sin expresión musical completa y no interesaría a
nadie.
Por
fin llegó el día del entendimiento. Cuando la clave de sol estaba
en su punto más alto, todos de las distintas familias citaron a los
instrumentos de viento-madera y tocaron obras musicales resultó una
música completa. Y fue así como el trombón, la tuba, la trompeta y
la trompa se convencieron aprendieron la lección y se uniron al
resto de sus compañeros.
Desde
entonces el país vive en armonía.